Marc Emery: claves de un activista cannábico
En 2017 fue acusado de tráfico de estupefacientes junto con su pareja, Jodie Joanna Giesz-Ramsay. Ambos fueron arrestados y posteriormente juzgados en Toronto, Canadá, su país. Actualmente, afrontan unas multas de 195.000 dólares cada uno de ellos, además de una inhabilitación de dos años para dirigir negocios de venta de semillas y útiles para el manejo de la marihuana.
Marc Scott Emery nació en Canadá el 13 de febrero de 1958. Es político, empresario y uno de los activistas más relevantes del mundo en la reivindicación de un nuevo marco legal para la marihuana.
Emery es mundialmente conocido por su intenso activismo en pro de la legalización de la marihuana, una actividad que le ha llevado a ser también conocido como ‘el Príncipe de Pot’ o bien ‘el príncipe de la marihuana’. Pero, además, te sorprenderá saber que ha sido librero y ha dirigido diferentes negocios relacionados con la marihuana, como la venta de semillas feminizadas.
En los últimos años, Emery ha logrado construir un conglomerado empresarial en torno a la marihuana y su cultura. Desde una veintena de dispensarios de marihuana para su uso recreativo, a la publicación digital ‘Cannabis Culture’, pasando por otras actividades como las conferencias y la divulgación a través de una televisión: Pot TV.
Además ha tenido una notable carrera política: fundó el Freedom Party, en Ontario, además del Marijuana Party of Canada, y ha concurrido a varias elecciones municipales de Vancouver.
¿Cómo llegó Emery a esta posición?
Su compromiso con la marihuana empezó en 1987, cuando descubrió que en Canadá estaban prohibidos libros sobre el cultivo del cannabis. Empezó su lucha importándolos desde EE. UU. a Canadá. De esa época datan sus primeros problemas con las autoridades vinculados con la marihuana: fue detenido, pero logró movilizar a la opinión pública y eso permitió que se derogase la prohibición de vender libros sobre el cannabis en 1994.
A partir de entonces, inició una campaña para conseguir que el Gobierno canadiense autorizase la apertura de tiendas de parafernalia sobre marihuana: pipas, semillas… Su activismo, muy organizado y construido sobre una agenda política seria, incluyó pronto el uso de la marihuana con fines medicinales.
Puso en marcha la publicación de ‘Cannabis Culture’ con el nombre de ‘Cannabis Canada Magazine’, y más tarde la rebautizó para convertirla en una publicación de referencia mundial para el movimiento cannábico.
El impacto de su actividad encontró eco internacional y en 1995 vivió un nuevo momento álgido al ocupar la portada del diario The Wall Street Journal. Esa popularidad le costó ser arrestado en 1996 bajo la acusación de vender materiales ilegales. En aquella ocasión tuvo que pagar 2.200 dólares de multa, pero siguió vendiendo semillas y complementos y aumentado sus negocios sobre la marihuana.
Como sabrás, en los años siguientes, el impacto mediático de Marc Emery creció en paralelo a la persecución que las autoridades ejercían sobre sus actividades. Su activismo alcanzó sus cotas más elevadas cuando en 2002 tuvo la oportunidad de debatir con John Walters, ‘zar’ estadounidense contra las drogas, de visita en Vancouver. Por esa época, y hasta su siguiente arresto, que llegó en 2005, Emery pagó impuestos como “vendedor de semillas de marihuana”, lo que da una idea del alcance transformador de su actividad.
Ese arresto de 2005 fue el más serio hasta el de 2017. Tuvo lugar en julio de 2005 y lo ejecutó la policía canadiense a petición de la DEA de Estados Unidos. Extraditado a ese país, fue acusado de “conspiración para distribuir semillas de marihuana” y puesto en libertad bajo fianza. Tuvo que hacer frente a un largo proceso judicial que terminaría en 2010, cuando un tribunal de Seattle, EE. UU., lo condenó a cinco años de cárcel. De esa condena, acabaría cumpliendo una parte y fue liberado y devuelto a Canadá en 2014.
¿Crees que se rindió?
Volvió a encargarse de sus negocios de venta de semillas de marihuana, enfrentándose de nuevo a la falta de un marco legal para esta actividad en Canadá. Emery y su pareja, Jodie, abrieron nuevos dispensarios y explicaron que lo hacían por “desobediencia civil y pacífica”. Pero sus encontronazos con la Justicia siguieron produciéndose y en marzo de 2017 la pareja fue finalmente arrestada y condenada a pagar esos 195.000 dólares de multa y a estar dos años alejada de cualquier negocio relacionado con la marihuana.
Activista cannábico sin fronteras
Gracias a la atención de personas interesadas en este movimiento, la lucha de Marc Emery por la legalización de la marihuana ha encontrado eco en todas partes del mundo: se reclama como el inspirador y financiador de docenas de grupos pro-legalización en países como EE. UU., Rusia o Australia
Su destacada actividad política también ha estado vinculada a este activismo cannábico y ha llevado a Marc Emery a impulsar, dirigir o financiar varios grupos políticos que defienden la legalización.
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