El origen y procedencia de la mayoría de las genéticas autoflorecientes hay que buscarlo en zonas frías de Europa Oriental (Hungría, Sur de Siberia, Rusia…) y Asia Central, en las primitivas y salvajes genéticas de Cannabis Ruderalis. En estas regiones las condiciones climatológicas (especialmente el frío y largo invierno) sólo permiten a las plantas tres o cuatro meses al año de condiciones propicias para desarrollarse y reproducirse. Una hipótesis sería que este tipo de variedades desarrollaron esta característica especial de autofloración porque les supuso una ventaja adaptativa que les permitía florecer y producir semillas en el corto periodo de buen clima, perpetuando así su especie en estos inhóspitos parajes.
El Cannabis Ruderalis es una subespecie del Cannabis Sativa. La subespecie de Cannabis Ruderalis fue descrita y catalogada para la ciencia por botánicos soviéticos (Dmitri Janischewsky) en 1924 y fue considerada en un principio como una mala hierba, poco apreciada para usos medicinales y lúdicos por su bajo contenido de THC y baja calidad de sus cualidades organolépticas (aromas y sabor), y despreciada también como materia prima para usos industriales como la obtención de fibra y papel debido a su pequeña estatura.
También es posible encontrar variedades autoflorecientes silvestres similares a las ruderalis en algunas zonas donde en el pasado el cultivo de cannabis fue frecuente. La más importante de estas es la zona central de América del Norte y en Canadá, aunque es posible encontrar poblaciones diseminadas esporádicamente por todo el país. Estas poblaciones han crecido durante años silvestres y sin la selección de la mano del hombre han perdido muchos de los rasgos seleccionados adaptándose al entorno en el que viven.
Quizás los genes de autofloración puedan encontrarse en la piscina genética de la mayoría de las variedades de cannabis. Y las variedades ruderalis y demás autoflorecientes salvajes puedan haber surgido de un proceso de selección natural de rasgos de floración temprana en poblaciones de Cannabis Indica. El consenso general hoy en día es que todas las variedades de cannabis domesticado y todas las variedades salvajes proceden de la misma fuente de genes, por lo que es perfectamente posible que muchas de las variedades de cannabis conserven genes de autofloración en su piscina genética.
En Sweet Seeds® pensamos, después de observar el tipo de herencia que manifiesta el carácter de autofloración, que posiblemente los genes de autofloración son genes de floración “dañados”, los cuales no pueden desempeñar su función de florecer atendiendo al fotoperiodo, cuando las horas de luz disminuyen.
A partir de la década de los 70’s algunos pioneros de la cría de cannabis observaron el potencial que escondían estas variedades autoflorecientes, y comenzaron a cruzarlas con variedades de marihuana con alto contenido de THC, con el propósito de aprovechar estas genéticas autoflorecientes que aportaban rapidez de floración, pequeña estatura, aclimatación a zonas frías y resistencia a los insectos y enfermedades locales. Comenzaban así los primeros programas de mejora para introducir estas características en variedades de alto contenido de THC y agradable aroma.
Los primeros experimentos documentados de cruces entre variedades ruderalis y variedades con alto contenido de THC fueron realizados por Ernest Small de Agriculture Canada en Ontario durante los años 70’s.
Durante la década de los 80’s el conocido criador de cannabis Neville, propietario del legendario y pionero Seed Bank experimentó con cruces entre Ruderalis y algunas variedades como las mejicanas, la Skunk # 1 y varias índicas. Aunque algunos de estos cruces de Neville maduraban mucho antes que las clásicas mejicanas, tenían menor contenido de THC y eran bastante inestables en cuanto al periodo de floración y relación cálices-hojas en los cogollos.
También durante estos años, en las islas del golfo de la Columbia Británica (Canadá), un anónimo cannabicultor de exterior observó que en su variedad de cannabis fotodependiente que cultivaba durante años, y que se cosechaba en octubre, todos los años aparecían algunos pocos individuos que maduraban mucho antes, a finales de julio o principios de agosto. Después de varios años de selección de estos individuos consiguió una cepa de semillas que mantenían el rasgo de autofloración y conservaban los efectos y los aromas de su amada variedad propia de semillas, así nació la Mighty Mite.
Mighty Mite se convirtió rápidamente en una planta muy popular proveyendo a los agricultores canadienses de cosechas antes del final del verano y antes de la llegada de los hongos. También en las zonas del Norte pasó a sustituir a muchas índicas rápidas aclimatadas a las zonas frías. Últimamente esta variedad es cultivada también por agricultores de interior y se ha hibridado con variedades más potentes.
La primera variedad autofloreciente que presentamos en Sweet Seeds® en los principios del año 2009, la Speed Devil Auto® (SWS11) , se desarrolló partiendo de una selección de individuos de una población de semillas autoflorecientes canadienses recibidas en un intercambio de semillas y fue sometida a varias generaciones de selección. Creemos que, seguramente, pueda estar emparentada con la famosa y primitiva Mighty Mite.