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Cómo hacer esquejes de marihuana

Cómo hacer esquejes de marihuana

Al igual que aprender a germinar o trasplantar, saber hacer esquejes de marihuana resulta indispensable para cualquier autocultivador de cannabis. Los clones, o esquejes de marihuana, son pequeños pedazos de ramas extraídos de otra planta que te permitirán propagar y replicar la misma planta con todas sus características genéticas.

Como verás en el artículo, esta técnica trae consigo multitud de beneficios, si la aplicas bien, por lo que resulta muy popular entre los cultivadores de marihuana. Aparte de su practicidad, tiene su toque científico que, junto a la pasión que caracteriza a los cultivadores, es la mezcla perfecta para el disfrute de este excitante proceso que forma parte del cultivo de marihuana.

Si bien requiere atención meticulosa en las primeras etapas, los beneficios superan ampliamente los desafíos, especialmente para quienes buscan consistencia y eficiencia. Como diría un experto: „Un buen clon es como una fotocopia perfecta… pero con raíces”.

Beneficios de hacer esquejes de marihuana

Entremos a ver en detalle los múltiples beneficios que tiene disponer de esquejes de marihuana para tu siguiente cultivo.

Uniformidad genética

Los clones o esquejes de marihuana son una copia perfecta de la planta madre de donde se extraen, para lo bueno y para lo malo. Si la planta “donante” tiene alguna enfermedad o falla genética, como un alto índice de hermafroditismo, lo trasmitirá a los esquejes. Por eso, cuando se sacan esquejes de las plantas de marihuana, se hace de plantas que son especiales y tienen características positivas que queremos preservar.

Las semillas, en cambio, producen distintos fenotipos variables. Esto es algo que, a veces, resulta de agradecer, puesto que de una misma variedad se obtendrán plantas similares, pero con algunas diferencias que pueden enriquecer la cosecha. Esto nos sirve también para seleccionar una planta especial, que destaque del resto.

Una vez que has seleccionado la planta ideal y que tiene todo lo deseado (sabor, tiempo de floración, producción y efectos, resistencia a enfermedades), se elige como candidata para ser la madre de los futuros clones con la que te aseguras la uniformidad genética.

Reducción del tiempo de cultivo

Es cierto que el tiempo de cultivo se ve reducido, pero habría que matizar esta afirmación.

Un esqueje de marihuana hereda la edad fisiológica de la madre, por lo que puede ser inducida a floración antes que una planta que parte desde semilla.

Las plantas de semilla, para florecer correctamente y dar una buena producción, necesitan convertirse en plantas adultas tras su germinación, pudiendo transcurrir unos 20 días (7 días de germinación y 14 de plántula) en este proceso, tras el cual conviene aplicarle otro tanto en vegetativo. En cambio, los esquejes de marihuana pueden pasar a floración tras su fase de enraizado (10 días) y un vegetativo de unas dos semanas. Igualmente, cada genética es distinta y puede que las plantas que parten de semilla, necesiten menos tiempo de crecimiento antes de pasar a floración.

Otro tema es que al conocer el tiempo exacto de floración, lo que estira en floración y la dosis de los abonados que soporta, puedes ajustar mejor tus tiempos para realizar cultivos casi perfectos, con tiempos de lavado y cosecha justo cuando lo necesites. Imagina un cultivo de interior previo al verano que necesitas acabarlo antes de la llegada del calor. Conociendo todo su historial, puedes anticiparte y prever el futuro.

Pero no es resina todo lo que brilla y siempre puede haber contratiempos. Depende del éxito en el enraizamiento, la salud y vejez de la planta madre, la técnica que uses de cultivo o el tipo de genética. Y todo hay que decirlo, los esquejes no tienen el vigor de las plantas que parten desde semilla.

Garantía de replicar características

Ya que hemos determinado los beneficios de hacer esquejes de marihuana, veamos qué necesitamos para llevarlo a cabo con éxito.

Materiales necesarios para hacer esquejes de marihuana

Antes de empezar la tarea, conviene recapitular y asegurarse de que se dispone de todo lo necesario para enraizar esquejes de marihuana.

Tijeras de poda

Consigue unas tijeras bien afiladas con las que vas a cortar las ramas de las plantas. Es importante que estén bien afiladas porque necesitas hacer cortes limpios en bisel, de lo contrario podrías aplastar los tallos y el esqueje podría infectarse por hongos y morir.

Además de eso, es crucial que las desinfectes con alcohol isopropílico antes de cortar, ya que podrías transmitir enfermedades a los pequeños clones. Incluso te recomendamos que lo hagas cada vez que cambies de planta, en el caso de que vayas a sacar esquejes de varias plantas madre.

También podrías usar una cuchilla bien afilada, pero es algo más incómodo a la hora de trabajar, amén de más peligroso para ti.

Hormonas de enraizamiento

Las hormonas de enraizamiento para esquejes se basan en compuestos químicos que estimulan el desarrollo de raíces en esquejes, acelerando la propagación vegetativa. Su componente principal son auxinas, normalmente sintéticas, como el ácido indolbutírico (IBA) o el ácido naftalenacético (NAA), que imitan la acción de las auxinas naturales producidas por las plantas.

Promueven la división y diferenciación celular en el tejido del esqueje, iniciando la formación de raíces adventicias. También sirven como refuerzo al aumentar la producción de enzimas y nutrientes en la zona de corte, mejorando la supervivencia del esqueje.

Se comercializan en distintos formatos como: polvos, geles o líquidos.

Algunos jardineros usan remedios caseros como agua de sauce (rico en ácido salicílico), canela o caldo de lentejas, como alternativa natural. Incluso podrías hacer esquejes de marihuana en agua, sin nada, pero el proceso sería más largo.

Sustrato adecuado

Tendrás que elegir un sustrato donde enraizar los esquejes de marihuana, el cual debe ser ligero, pero debe retener humedad y ser aireado a la vez. Entre ellos puedes optar por: turba o fibra de coco con algo de perlita, fibra de coco pura o perlita sola, lana de roca o jiffys.

Estos que hemos citado son los principales y más accesibles.

Entorno controlado

Te aconsejamos que te hagas con un pequeño invernadero (o lo puedes fabricar tú, si eres mañoso) donde colocar los esquejes, que pueda mantener una humedad alta y sea transparente, para dejar pasar la luz. Esta debería tener un espectro azulado y una intensidad suave (los fluorescentes o led ‚s son ideales).

Este debe tener la posibilidad de abrir una ventilación suave que ayude a mantener una leve circulación de aire, previniendo así el moho y las enfermedades. También tiene que ser de un material que se pueda limpiar fácilmente, como por ejemplo el plástico, ya que debe estar lo más limpio y desinfectado posible.

Asimismo, os recomendamos que dispongáis de una manta eléctrica térmica, especial de cultivo, que sirva para mantener la base de los esquejes a una temperatura idónea de alrededor de 24 °C y estimular la zona radicular.

Cómo seleccionar la planta madre ideal

Cómo seleccionar la planta madre ideal

Una planta madre es aquella que se mantiene en estado vegetativo bajo un ciclo lumínico de 18 H para servir de fuente de clones.

A la hora de seleccionar una planta madre tenemos que tener en cuenta una serie de características importantes. Por un lado, están las características deseables que queremos perpetuar: aroma y sabor, producción de resina, tipo de cogollos, alto rendimiento, tipo de efectos o un perfil concreto de cannabinoides. Por otro lado, una buena madre debe tener vigor, estar libre de enfermedades y plagas, además de tener una buena resistencia a las plagas y al estrés.

Paso a paso: Cómo hacer esquejes de marihuana

Entramos a la parte práctica y en este apartado os ofrecemos una guía detallada sobre cómo cortar, preparar y plantar los esquejes de marihuana, asegurando un proceso óptimo para el éxito del enraizamiento.

Preparación de la planta madre

Una planta madre bien cuidada es la base para producir unos esquejes vigorosos. Para ello nos centraremos en mantenerla con una buena salud, nutrición y un buen manejo ambiental. Mantén un ciclo de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. Usa un espectro azulado de luz para estimular el crecimiento y asegúrate de ofrecerle una correcta fertilización.

Es importante que previamente realices una poda apical para fomentar el crecimiento lateral de las ramas, de las cuales saldrán los futuros esquejes. Moldea con LST (Low Stress Training) para una mejor distribución de la luz e inspecciona en busca de plagas. Si es necesario, aplica algún preventivo o insecticida.

Trata de regar la planta un rato antes de cortar los clones, para asegurarte unas ramas turgentes y bien hidratadas.

Corte y preparación del esqueje

Corte y preparación del esqueje

Ponte unos guantes y con las tijeras esterilizadas, corta ramas de unos 10 cm o más de la parte baja de la planta. Realiza el corte en bisel, en un ángulo de unos 45º justo por debajo de un nudo, además de intentar dejar al menos otro más arriba, más el brote de las hojas. Corta las puntas de las hojas para evitar la deshidratación de los esquejes y prepárate para el siguiente paso.

Si lo haces por tandas, puedes dejarlos introducidos en un vaso con agua, hasta que le apliques las hormonas. Si pasa demasiado tiempo antes de ponerlo en agua, haz un segundo corte, ya que puede haber entrado una burbuja de aire y eso haría que el clon se marchitase.

Uso de hormonas de enraizamiento

Una vez listo, se impregna la base del esqueje con las hormonas antes de introducirlo en el sustrato. Mira las instrucciones del producto porque cada marca tiene su modo de aplicación.

Corte y preparación del esqueje

El exceso de hormonas puede inhibir el crecimiento. Siempre sigue las dosis recomendadas. Se recomienda el uso de guantes para evitar el contacto con la piel.

Plantación y cuidados iniciales

Con el sustrato ya humedecido introduce la base del esqueje, impregnado en hormonas, hasta enterrar al menos 1 nudo dentro. Cuantos más nudos queden enterrados, mayor posibilidad de éxito.

Trata de que queden estables apretando un poco el sustrato alrededor del tallo y colócalos en el mini invernadero con la tapa cerrada al 100%. Ponlos enseguida bajo la luz y coloca el invernadero encima de la manta térmica.

Cuidados y mantenimiento de los esquejes de marihuana

Llega el momento de cuidar los esquejes de marihuana. Mantenlos a una temperatura cálida, entre 20 y 26º C con la luz encendida de 18 a 24 horas. Superar esta temperatura puede ser fatal para los esquejes. Mantén una humedad alta, para ello no abras la tapa de la ventilación durante las primeras 24 horas. Pasado este tiempo, abre el invernadero de 10 a 30 minutos cada día para prevenir el moho.

Poco a poco y en días sucesivos, ve abriendo la apertura de la ventilación hasta llegar al 100% en cuestión de una semana a 10 días. Si ves que se marchitan, debes cerrar un poco para que aumente la humedad.

No pulverices las hojas al inicio, tan solo preocúpate de que no se seque nunca el sustrato y con ello subirá la humedad del ambiente. Según pasan los días verás que las hojas irán perdiendo color, hasta llegar a ponerse amarillas en algunos casos, por lo que puedes aplicar algún abono foliar, ya que el esqueje aún no dispone de raíces para alimentarse. También conviene empapar el sustrato con fertilizantes para el ciclo vegetativo.

Es conveniente retirar hojas secas para evitar el moho.

Problemas comunes y cómo solucionarlos

Los problemas más comunes que pueden surgir al hacer esquejes son:

  • Marchitamiento: suele ocurrir por falta de humedad o exceso de calor. Cierra el paso de aire y mantén la humedad alta, pero respetando el ciclo de intercambiar el aire cada día. Baja la temperatura.
  • Pudrición: ocurre si no hay renovación del aire del invernadero, sumado a una alta humedad constante. Para evitarlo, abre la tapa del invernadero todos los días durante media hora. Elimina las hojas que se vayan secando, ya que son fuente de pudrición.
  • Falta de enraizamiento: si no logran aparecer las raíces, el esqueje morirá. Sé paciente y no bajes la guardia. Puede ser que hayas puesto pocas (o demasiadas) hormonas de enraizamiento. Una temperatura más baja de 18º C ralentiza el desarrollo.

Cuándo trasplantar los esquejes enraizados

Pasados unos 10 días, aproximadamente, los esquejes deberían aguantar erguidos con la tapa abierta más de 1 hora y en algún momento se deberían ver las raíces asomar. Cuando esto ocurra, los puedes trasplantar a una maceta con un buen sustrato.

Hazlo con mucho cuidado de no romper las raíces y ¡disfruta del trabajo bien hecho!

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¡Gracias por la lectura!


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