Cómo distinguir la marihuana hembra: Guía

Hoy abordamos un capítulo crucial dentro del cultivo de cannabis, algo que hace años era información privilegiada para muchos y que hoy, gracias al trabajo que han hecho las revistas cannábicas y el intercambio de ideas entre autocultivadores, saber distinguir la marihuana hembra en la actualidad resulta algo muy extendido, pero no del todo aprendido por muchos cultivadores de cannabis. Si eres de estos últimos, no te preocupes, tras leer este artículo no te quedará duda alguna.
La identificación precisa de plantas de marihuana hembra es esencial para la eficiencia y ahorro de los recursos que utilizamos para el cultivo y para maximizar la producción de cogollos ricos en cannabinoides. Estas plantas, cuando no son polinizadas, desarrollan grandes flores densas y resinosas, conocidas como “sinsemilla”, estas flores son las mejores para el uso medicinal y recreativo. A continuación, detallaremos los métodos y características fundamentales para distinguir la marihuana macho de la hembra.
¿Por qué es importante identificar la marihuana hembra?
Hace unos cuantos años, antes del auge que tuvo el cannabis tras la invasión holandesa de semillas de marihuana, gran parte de los autocultivadores no tenían mucha información sobre el cannabis y sus particularidades y era común fumar marihuana que tenía semillas (o había tenido).
Esta hierba emanaba un humo con olores fuertes nada apetecibles, con un efecto más suave y algo “cabezón”. De hecho, en España, era mucho más popular consumir hachís marroquí por este motivo entre otros, ya que era más sabroso y tenía una mayor psicoactividad.
El cannabis es una planta dioica, desarrolla plantas masculinas y femeninas, cada una con órganos reproductivos distintos. Las plantas de marihuana hembra producen los sabrosos cogollos, cargados de tricomas que contienen el preciado THC y otros cannabinoides. También son quienes forman las semillas, al fecundarse con el polen que producen los machos.
La planta de marihuana macho suele tener menos usos recreativos o medicinales, ya que si bien puede tener cierta psicoactividad, la baja calidad de sus efectos o aromas y su menor producción no la hacen deseable para los consumidores de cannabis, excepto para su función principal que es la de polinizar a la marihuana hembra.

Si una hembra es polinizada (por un macho o una hermafrodita), porque el polen ha llegado al órgano reproductor femenino (los pistilos, que son unos pequeños pelos blancos en forma de V), comienza la fertilización y la formación de semillas. Si lo que buscas es reproducir alguna variedad y obtener descendencia, dejarías que la naturaleza siguiera su curso hasta llenar los cogollos de las flores hembra con cientos de semillas.
Si tu intención es consumir esas flores, lo ideal es que no ocurra esto por distintos motivos, como por ejemplo: una gran pérdida de producción, potencia y de calidad aromática.
Como curiosidad, comentaros que hay cultivos que se han visto polinizados sin tener machos en su plantación. Estas hembras se han fecundado por el polen de cannabis macho lejano, ya que puede viajar varios kilómetros transportado por el viento.
Características visuales de la marihuana hembra
Para identificar una planta de marihuana hembra debemos analizar tres elementos clave: su morfología, sus órganos reproductivos y sus estructuras glandulares. Estas características definen su potencial productivo y su rol en el cultivo. Aquí un desglose científico y práctico.
Estructura de la planta
El “esqueleto” de las plantas de marihuana hembra tiende a ser robusto y muy ramificado, a diferencia de los machos. Esto es así porque debe soportar el peso de los densos cogollos. Sus ramas y tallos son, generalmente, más tupidos y con una distancia internodal menor. Son menos espigadas que los machos, que tienden a ser más altos para esparcir bien el polen, con menos follaje y con un tronco central grueso.
Pistilos y flores
Digamos que aquí es donde está la clave y lo que marca una diferencia muy notable, los pistilos. Estos pelitos blancos que brotan de los cálices (a su vez éstos están protegidos por las brácteas), son los que reciben el polen de los machos para iniciar la fecundación. Cada pistilo conecta con un óvulo dentro del cáliz; si no son polinizados, estas flores se convierten en cogollos sin semilla.
Podemos distinguir distintas fases en la formación de los pistilos dependiendo de su edad y estado. En edad temprana los pistilos emergen de los cálices, con tonos blancos, o rosados. Una vez maduran, se oxidan y van tornándose en color ámbar, marrón oscuro, o rojo, como en el caso de las variedades Punto Rojo colombianas.
Un truco que os puede servir de ayuda es saber que justo cuando los primeros pistilos de los cogollos empiezan a madurar, indican que el final de la floración y maduración de los cogollos se acerca y es el momento de lavar el sustrato y estar atentos al estado de los tricomas. Normalmente, cuando un 80% (depende del gusto, puede variar) de los pistilos están marrones, es tiempo de cosechar.
Pero hay veces que, bien por una sequía, exceso de nutrientes o recibir pulverizaciones con algún producto, los pistilos se tornan marrones, sin estar la planta madura. En este caso, vigila si hay un nuevo rebrote de pistilos nuevos, para no cosechar antes de tiempo.
Brácteas y cálices
Si los pistilos son importantes para ayudar a distinguir las plantas macho de las plantas de marihuana hembra, en los cálices es donde se produce lo más preciado de las plantas de marihuana, la resina. Las brácteas son una hoja minúscula que protege al cáliz, del cual emergen los pistilos. El porqué se produce esta resina, que conocemos como tricomas, es para proteger a la planta, y a la posible semilla que albergaría en su interior, de ataques externos.
El cáliz tiene forma de bolsa y acaba hinchándose según avanza la floración, además de acumular la mayor parte de tricomas de toda la planta (hasta el 90%). Muchos cálices juntos forman el cogollo.
Los tricomas aparecen en plantas de marihuana hembra o macho, pero en mayor cantidad en las plantas hembra. Estas glándulas son las responsables de producir los terpenos, flavonoides y cannabinoides, como el THC o el CBD. Tienen forma de chupa-chups y son apreciables a simple vista, pero preferiblemente conviene observarlos a través de un microscopio.
¿Cómo distinguir la marihuana hembra en la fase vegetativa?
Como decíamos más arriba, la morfología de la planta puede orientarnos un poco a la hora de determinar el sexo del cannabis. Plantas muy espigadas en fase vegetativa indican la posibilidad de convertirse en macho. Esta regla es útil siempre y cuando tengas varias plantas de semillas regulares en el mismo cultivo, germinadas a la vez. Las plantas de marihuana hembra serán más rechonchas.
Diferencias clave en las primeras etapas de crecimiento
Es muy difícil, si no imposible, determinar el sexo de una planta de marihuana antes de la prefloración (a no ser que hagas un análisis de su ADN). Podemos prestar atención a lo ya comentado, por ejemplo, al tamaño de las hojas o si es más ramificada.

Plantas con un tamaño de hojas muy grandes, junto a un crecimiento espigado y un tallo muy grueso, tienen altas posibilidades de llegar a ser machos.
Técnicas para asegurar la identificación temprana
Por regla general, las plantas que ya son adultas, al pasar su primer mes de crecimiento suelen mostrar preflores que indican el sexo de la planta. Para verlo basta con fijarse en los nudos, justo donde nacen las ramas de los tallos principales, para encontrar las estípulas (hojas muy pequeñas de un solo folíolo), de las que brotará el cáliz que indica su sexo.
Para acelerar el proceso, podrías modificar el horario de exposición a la luz para desencadenar una floración temprana. Para realizar esto es importante conocer cómo se va a comportar esa genética, porque dependiendo del tipo de genética puede ser que la planta se quede demasiado pequeña.
¿Cómo identificar las plantas masculinas y hermafroditas?
La manera más fiable es mediante sus flores. Os lo explicamos punto por punto:
Características de la marihuana masculina
Las plantas masculinas desarrollan unos sacos redondos en los nudos, en el lugar donde aparecen las preflores, pegados al tronco donde nacen las ramas. En vez de cálices con pistilos, como en las hembras, aparece una especie de saco con forma de meloncillo que contiene los estambres donde se almacena el polen.
Inspecciona regularmente las partes donde nacen las preflores porque puede ser también hermafrodita.
Marihuana hermafrodita: ¿Qué es y cómo identificarla?
El hermafroditismo no es un «error» biológico, sino un vestigio evolutivo. Las angiospermas ancestrales eran hermafroditas, y la dioecia en cannabis surgió como estrategia para evitar endogamia y generar variabilidad que es la fuente de la adaptación al medio y la evolución. En las variedades modernas, este rasgo no deseable se mitiga mediante selección de parentales con poca tendencia al producir hermafroditismo, pero persiste genéticamente como recordatorio de la plasticidad vegetal. Todas las plantas de cannabis contienen en su código genético la información necesaria para poder producir flores de ambos sexos y esta cualidad es aprovechada por los breeders para obtener polen masculino de plantas femeninas y producir con este polen de hembras semillas feminizadas.
El sexo de las plantas de cannabis viene determinado por el balance hormonal entre giberelinas y etileno, si las giberelinas están más altas que el etileno la planta producirá flores masculinas, si el etileno está más alto que las giberelinas la planta será hembra, si la producción de etileno y giberelinas se encuentra equilibrada la planta producirá flores de ambos sexos, comunmente conocidas como plantas hermafroditas, aunque lo correcto sería llamarlas monoicas.
El cannabis puede mostrar así, plantas monoicas que provocan autopolinizaciones. El estrés ambiental puede provocar modificaciones en los balances hormonales que al entrar en una situación de equilibrio pueden provocar la aparición de flores de ambos sexos a la vez, llegando a autofecundarse, provocando la aparición de semillas. Por ello, es importante reconocer este comportamiento antes de que cause estragos en el cultivo.
Una buena ayuda es buscar una especie de “platanitos” (anteras masculinas) en las preflores o en los cogollos formados. Estos “platanitos” son la parte de la flor masculina que almacena y distribuye el polen.
Ten en cuenta que si llegan a abrirse, habrán polinizado una parte del cultivo por lo que es muy importante arrancarlos antes de la dehiscencia. Y si eres capaz de encontrar antes los sacos de donde emergen, mucho mejor.
La práctica hace al buen cultivador así que no desesperes y trata de estar pendiente durante todo el ciclo.
Factores que afectan el desarrollo de plantas hembras
Genética y semillas feminizadas
Bancos pioneros como Sweet Seeds® pronto descubrieron el enorme beneficio de las plantas de marihuana feminizadas. Cultivar con la seguridad de que el 99 ‘9% de las semillas que germinas producen marihuana hembra, supone un ahorro de tiempo y ahorro económico importante, por lo que son la elección favorita de casi todos los cultivadores al no tener que tratar con machos.
Además, la descendencia es mucho más estable y de mayor calidad que en las semillas regulares, puesto que es un cruce del que se conocen muy bien los caracteres deseables de los parentales que intervienen en los cruces y como lo trasmiten a su progenie.
Condiciones ambientales y estrés
El hermafroditismo puede ser una respuesta adaptativa al estrés ante la falta de polinización, diseñada para asegurar la reproducción cuando no hay machos cerca. Factores como el estrés por luz, una temperatura extrema fuera del rango de 20-28 °C o una nutrición imprecisa también pueden causar que algunas hembras se conviertan en hermafroditas por la modificación de los balances hormonales. Incluso una poda extrema puede ser un desencadenante.
Los cultivadores de interior pueden controlar todos los parámetros ambientales para evitar el estrés y que haya desajustes hormonales que provoquen este cambio en las plantas. En un cultivo ideal, se deberían tomar mediciones de la cantidad de lúmenes y espectro lumínico que recibe el dosel del cultivo para que las plantas reciban la cantidad necesaria de luz para el correcto desarrollo.
Si hay un exceso o una carencia, las plantas muestran su estrés mediante algunos síntomas, y uno de ellos puede ser el temido hermafroditismo. A su vez, si se ve interrumpido el fotoperiodo en floración por contaminación lumínica durante la noche o interrupciones durante el ciclo diurno, también se altera la señal hormonal, pudiendo aparecer hermafroditismo.
Hay abonos que contienen giberelinas para estimular tanto el crecimiento como la floración y como hemos comentado anteriormente, estas tienen una estrecha relación con las flores masculinas (machos y hermafroditas). La aplicación exógena de giberelinas GA3 o GA4+7, o de inhibidores del etileno o del efecto del etileno como la solución de Tiosulfato de Plata, induce la formación de flores masculinas en plantas femeninas de cannabis.
¿Qué hacer si encuentras una planta masculina o hermafrodita?
El uso de reguladores de crecimiento o inhibidores de GA (ej. paclobutrazol) podría reducir el riesgo de hermafroditismo, aunque requiere precisión para no afectar el desarrollo vegetativo. Como esto no está al alcance del cultivador medio, lo que debes hacer cuando encuentres plantas hermafroditas es retirarlas cuanto antes del cultivo, con mucho cuidado. Esto último es esencial porque cualquier movimiento brusco liberaría miles de granos de polen que podrían polinizar unas cuantas plantas.
Hay veces que las plantas de marihuana sin semilla, debido al estrés producido por la falta de polinización, producen algunos platanitos al final de la floración, con el objetivo de producir descendencia y perpetuar la especie. Simplemente, arranca esas flores y vigila diariamente. Por otro lado, la mayoría de veces ese polen es muy poco o nada viable por lo que con un poco de suerte no llegará a fecundar y producir semillas.
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Algunas cepas mal estabilizadas, en las que no se ha hecho una selección correcta de parentales con baja tendencia a producir hermafroditas en condiciones de estrés, tienen predisposición genética a desarrollar hermafroditismo, incluso en condiciones óptimas. Te recomendamos que confíes solo en bancos fiables con los que llenar tu despensa de semillas de marihuana.
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Sweet Seeds S.L no se hace responsable del mal uso de la información contenida en este artículo. El cultivo de Cannabis puede ser constitutivo de delito o de falta administrativa; consulte la legislación sobre Cannabis en su lugar de residencia. Sweet Seeds S.L. no pretende en ningún caso incitar a prácticas no legales.