Viaje a Amsterdam con los mejores cultivadores de marihuana del año
Dos famosos foros especializados en cultivo de marihuana son durante todo el año el tablero de juego para el concurso más especial de Sweet Seeds®. ¡Este año os contamos de primera mano cómo fue el viaje a Amsterdam con los cuatro ganadores y sus acompañantes!
Todo empezó, como siempre, con un email de Marta comunicándonos a parte del equipo la amarga noticia de que no acudiríamos este año a la Copa más norteña de España, The WeedKend en Asturias. Precedido a una carita sonriente, detallaba el mensaje nuestro destino para esa fecha: Amsterdam.
Viajar a Amsterdam es un lujo en cualquier fecha del año pero hacerlo en la cita anual de la Liberación del Cannabis en Holanda, sonaba aún mejor. Desde varios puntos de la Península, algunos de nosotros empezamos a hacer las maletas. Haciendo honor a la verdad, muchos preparamos mentalmente el equipaje días antes, con el móvil y la aplicación del Tiempo en mano, pero en el último momento, dimos el cambiazo a nuestras elecciones… ¡Saldría el sol!
El encuentro
El sábado 10, los dos ganadores del foro Cannabis Café, Jeep y Rubio_Owned – con sus acompañantes -, así como todos los miembros de Sweet Seeds®, menos uno, nos encontramos en el aeropuerto y empezamos el viaje juntos antes que el resto. Menudos nos fuimos a juntar en el avión, sólo se hablaba de marihuana, cultivo, fotografía y, como no, Amsterdam y sus coffeeshops. Llegamos en una nube de emoción a la estación de tren, y entre presentaciones más detalladas – por fin podíamos vernos bien las caras -, llegamos a la estación central de la ciudad, dónde pocos metros más adelante nos esperaba nuestro precioso hotel.
En pocos minutos nos encontramos con nuestro compañero, que cogía el avión en otro aeropuerto, y nos acomodamos en nuestras habitaciones para esperar a los ganadores del foro UK420 y sus acompañantes, Highburyway y Fragg.
Nos reunimos todos a la hora de comer y fuimos a buscar un sitio dónde saciar nuestro voraz apetito tras el cansado viaje y madrugón.
Ruta de coffeeshops
Teníamos toda la tarde para descubrir nuevos aromas y sabores, y recordar los míticos. Era el momento de inundar de buen rollo los coffeeshops que a medida que íbamos fotografiando calles y canales íbamos viendo y nos llamaban la atención, así como otros que previamente habíamos seleccionado por su calidad o quizás por nostalgia en alguna visita anterior a esta increíble ciudad.
Las primeras mesas que acogieron al gran y diverso grupo que al final nos juntamos fueron las de Feels Good, un establecimiento a pie del canal más cercano al hotel. Las primeras variedades que seleccionamos fueron diferentes selecciones y cruces de la mítica Haze. Desde el primer momento sentimos mucha complicidad entre nosotros y compartimos nuestras elecciones en cada sitio.
Tiendas de parafernalia, ropa vintage, restaurantes, multitud de tiendas de dulces que vendían gofres, crêpes, donuts, cupcakes y bollería muy estéticamente elaborada, escaparates repletos desde el suelo hasta el techo de quesos redondos y de un color amarillo anaranjado, bicicletas, canales, barcos con turistas o gente de fiesta dentro, más bicicletas por todas partes, casas estrechas de ventanales gigantes donde se podía observar a media tarde – debido al buen tiempo -, a la gente tomando un refresco en esas estrechas escaleras, charlando, muchos de ellos descalzos, y alguna persona más atrevida tomando el sol con los pies colgando hacia el canal. Imágenes que cualquier persona que haya visitado Amsterdam en verano habrá podido observar, y que transmiten la esencia de la ciudad. No dejábamos de hacer fotos, ninguno de nosotros, estaba todo precioso. Caminamos por el barrio chino, el barrio rojo, y toda la zona más céntrica hasta que encontramos The Rookies.
¡Nos encantó! La atención, la decoración, la música, y, por supuesto, la marihuana. Este local fue también un pub, y hasta 2007 vendían alcohol, pero por cuestiones de nuevas normativas tuvieron que elegir, y efectivamente, decidieron optar por continuar el culto a nuestra querida planta.
El domingo iba a ser muy largo así que el plan común era cenar algo pronto, ir a fumar el porro de buenas noches y acurrucarnos entre las sábanas del hotel, que nos tenía a todos encantados.
Un buen fumeta en Amsterdam no puede perderse el desayuno
El buffet del desayuno olía de maravilla, estaba todo colocado de una manera muy cuidada y la luz de las mesas donde estaba toda la comida resaltaba los colores vivos de la fruta recién cortada y el brillo de los croissants, como en un escaparate. Yogurt con fruta, café, huevos escalfados, bacon, nuestras mesas estaban repletas para cargar bien las pilas.
La mañana del domingo prometía ser tranquila, marihuana, compras de souvenirs, mercado de las flores, hasta la hora de comer no empezaba nuestra agenda.
Cannabis Liberation Day
Varios taxis nos llevaron a Flevopark, uno de los parques más grandes de Amsterdam dónde iba a tener lugar la fiesta holandesa por excelencia dedicada a la marihuana, que este año celebraba su novena edición. Además en esta cita también tendría lugar la entrega de premios de HighLife Cup 2017 de la que, cómo luego os contaré, no sólo pudimos ser espectadores.
El parque es enorme, tuvimos que andar varios minutos – siguiendo a los que parecían saber dónde iban – entre árboles y explanadas de un césped perfectamente cuidado en el que había multitud de grupos de amigos y familias disfrutando del soleado domingo al aire libre, o haciendo barbacoas.
Empezamos a escuchar música de fondo, y siguiendo el camino empezamos a ver a lo lejos varias carpas y mucha gente sentada en el suelo, habíamos llegado.
En el centro de todas las personas que había en el evento se encontraba una torre con una hoja de marihuana, que señalaba el punto de información dónde había diferentes folletos informativos sobre el evento, la planta de marihuana, y su cultivo, facilitados por diferentes marcas del sector del cáñamo y el cannabis en Holanda. Alrededor de la masa de gente había diferentes puestos que según nos acercamos fuimos identificando como foodtrucks, hot dogs, hamburguesas, crêpes, comida vegana, tacos… ¡Para todos los gustos! Un tío vivo decoraba un lateral del recinto, junto a una haima en la que podías vaporizar tus muestras de cannabis, o informarte sobre ello. Hamacas, mantas y toallas por todo el césped con gente bailando, comiendo, fumando, el ambiente era propio a una utopía.
Buscamos un lugar donde hacer el campamento, descansar y disfrutar de la música en directo, mientras mis compañeros y yo fuimos a por los pases VIPs que Soft Secrets nos había facilitado.
Una vez con las pulseras que nos acreditaban a pasar a la zona VIP, que se encontraba a un lateral del escenario, de manera que te permitía escuchar la música, aunque no ver a los artistas, pudimos aprovechar la barra de refrescos y comida que se ofrecía, así cómo entrar a la haima dónde se estaba realizando la cata para la HighLife Cup 2017 y dónde tendría lugar la entrega de premios.
Según entrabas se podía ver una mesa con tres personas detrás que facilitaban una muestra por persona de las que estaban juzgando los jueces. Disponían de una tabla con las variedades que se habían presentado y un código para solicitarla, ya que algunos cruces podrían coincidir, nos pareció una buena manera de agilizar la entrega y que la cola no se hiciera eterna.
La entrega de premios
En el centro de la haima se encontraba una especie de altar con una planta de marihuana dónde se haría la entrega de premios para la copa y dónde previamente habíamos colocado los trofeos del 4ª Concurso de Seguimientos Sweet Seeds®. Los primeros en recibir sus trofeos serían los primeros y segundos ganadores de cada foro de nuestro concurso, y ante varias cámaras de diferentes medios cannábicos holandeses, nuestro compañero Tommy hizo entrega de los trofeos, con mi pequeña ayuda para entregar los cheques, a los cuatro protagonistas de este viaje. Aunque haciendo honor a la verdad, no fueron los cuatro los que recibieron el premio en este momento. Jeep, por problemas de la improvisación y el directo, estaba fumando un buen canuto de una de las muestras de la copa en el exterior, y se perdió su propia entrega de premios, anécdota que todos nos tomamos con mucho humor.
Cargados con los cheques y los trofeos, y después de festejar un buen rato en el ambientazo que nos ofrecía Flevopark, ya que incluso pudimos hacer algún descubrimiento y adquisición en el Hemp Market que se encontraba también en la zona del evento y que trajo consigo alguna que otra anécdota para el recuerdo, nos fuimos a seguir celebrando los premios de camino a un destino secreto y sorpresa para nuestros invitados ganadores y sus familias.
Fumando marihuana por los canales de Amsterdam
En el canal del Barrio Rojo nos esperaba nuestro Smoke Boat, y digo nuestro porque lo teníamos reservado para nosotros solos.
Fue un momento precioso para conocernos más y hablar largo y tendido entre nosotros, ya que entre tanto ajetreo y, en algunos casos, la barrera del idioma, se nos dificultaba poder mantener conversaciones profundas, de esas que tanto nos gustan a los fumetas. Estoy convencida de que todos los que estábamos allí guardaremos ese recuerdo tan bonito. Grinders repletos de marihuana de aquí para allá, Heineken, munchies, el sol que hacía en Amsterdam esos días junto con la brisa que corría por los canales durante nuestro bonito paseo en barco, hizo que más de uno cogiésemos un tono rosado en las mejillas, hombros y brazos, pese a que el barco era cubierto.
La última noche
Tras un intenso y emocionante día, nos apetecía dejar las mochilas en el hotel y asearnos un poco antes de la gran cena, queríamos cenar todos en familia y escoger un buen restaurante que pudiese saciarnos como esperábamos.
Nuestra intuición hizo buena elección y después de cenar, entre risas y el buen rollo que había caracterizado nuestro viaje, decidimos proveernos de buena yerba, para ir a fumarla a un garito muy especial.
En el corazón de Ámsterdam, se encuentra Hill Street Blues, un ex-coffeeshop convertido en pub. Puedes pedir zumos, batidos, refrescos y bebidas alcohólicas. Este sitio es famoso por su decoración garajera, con pintadas y pegatinas por todas partes, cada mesa y cada sofá son distintos, tiene largos pasillos y escaleras que dan a diferentes salones, todos ellos llenos de firmas de multitud de colores – que todas juntas crean una sensación estridente, caótica, incluso psicodélica -.
Junto a una colorida ventana por los garabatos decorativos, nos sentamos en varios sofás con una mesa en medio. La particularidad de este pub es que aunque no se pueda comprar marihuana en la barra, se puede fumar dentro, así que era el momento perfecto para todos los que les apetecía fumar la marihuana que nos quedaba antes de volver a coger el avión a la mañana siguiente mientras se tomaban una cerveza bien fresquita, cosa que en los coffeeshops actualmente no se puede hacer. Entre porros de hachís libanés, canutos vírgenes de haze y kush y muchas risas, no puedo recordar quién, pero uno de los integrantes de nuestro gran grupo se percató de que la ventana que teníamos a nuestro lado, al mismo nivel que nuestros asientos, podía abrirse, descubriéndonos una visión casi de postal de la ciudad. ¡Estábamos fumando a pie de canal! La despedida perfecta para tan mágico fin de semana.
Todo el equipo de Sweet Seeds® queremos agradecer el apoyo y la gran participación que recibimos en los foros de cultivo de marihuana y en especial en este concurso, ya que hacéis posible que podamos vivir momentos únicos e inolvidables como este fin de semana con los mejores cultivadores del año de nuestros foros favoritos.