Semillas de marihuana en cosmética: Oh! Holly Mary
La emoción se sentía presente en el avión, Amsterdam es uno de los destinos preferidos por los fumetas, entre otras cosas, por la libertad de poder llevar tu cogollito de marihuana sin preocupación en el bolsillo. Además en la fecha programada para el viaje – que no fue fruto de la casualidad -, se celebraba en Holanda la fiesta nacional por la liberación de nuestra querida planta; Cannabis Liberation Day.
La emoción se sentía presente en el avión, Amsterdam es uno de los destinos preferidos por los fumetas, entre otras cosas, por la libertad de poder llevar tu cogollito de marihuana sin preocupación en el bolsillo. Además en la fecha programada para el viaje – que no fue fruto de la casualidad -, se celebraba en Holanda la fiesta nacional por la liberación de nuestra querida planta; Cannabis Liberation Day.
Haze, resfrescos, canales, pizza, premios, fueron muchos los deleites previos al momento que os venimos a contar en esta entrada, pero eso es otra historia .
Domingo, nos encontramos en uno de lo parques más grandes de Amsterdam, Flevorpark, donde se celebra el Cannabis Liberation Day y al que hemos llegado en varios taxis. Tras los acontecimientos que teníamos previstos allí, nos dispersamos un poco para dejar disfrutar a nuestros premiados acompañantes a su manera. Entre la multitud que disfrutaba de la música en directo y los munchies de los foodtrucks, visualizamos en el camino una larga fila de puestos bajo el letrero Hemp Market.
Mientras fumábamos unos dulces cogollos adquiridos en el último coffee del centro antes de esta aventura, pudimos ver un montón de puestecitos con información, ropa, parafernalia, productos de cáñamo y CBD, y entre cabezas una chica rubia con una cofia de monja que sonreía con la mirada. Al acercarnos más, próximos a ella, otra chica vestida de monja y un chico con el mismo disfraz, se reían mientras hablaban con el propietario de un stand. Y ahí estaba, Oh! Holly Mary.
Las monjas eran parte del staff de la marca e iban con un muestrario del producto en cuestión y un palito para poder dosificarlo. Nosotros que todo lo preguntamos nos acercamos al stand a ver que era ese líquido con ese nombre.
Se trata de un lubricante femenino 100% vegano, hecho con aceite de semillas de marihuana y otros ingredientes naturales, sin parabenos y sin gluten. El chico nos contaba que actuaba muy rápido, el efecto comenzaba a notarse a los 30 segundos de su aplicación, aproximadamente, incluso antes. Nos propuso, como a cualquiera que pasaba por delante, que probásemos y nosotros, curiosos como gatos, no pudimos decir que no. El palito servía para colocar una gota del interior del muestrario en el dedo, y así poder aplicar el aceite cómodamente tú mismo en los labios, como si fuera un bálsamo labial. La textura, al ser aceite, era aceitosa pero no pringosa y la hidratación duraba bastante. En cuestión de segundos, nos miramos entre nosotros a los ojos, cómplices de la sensación común que estábamos experimentando.
La primero que notamos fue cómo extrema sensibilidad en la zona con lubricante, lo que se convirtió rápidamente en un frescor con cosquilleo muy agradable. Bastantes minutos más tarde, esas cosquillas eran como hormigas que parecía que te adormecían la piel al pasar. Y justo en ese momento, volviendo hacia la zona VIP del evento, nos encontramos a varias de las personas con las que habíamos acudido. Algunos observamos que tanto en nuestro equipo como en otros grupos hacían gestos raros con la boca. Mientras me mordía el labio, una de las chicas nos preguntó, “¿Qué? ¿También habéis catado el palito?”.
Entre risas, y hasta unos 45 minutos después sin dejar de tocarnos la boca, comentamos nuestras impresiones sobre la sensación que el Oh! Holly Mary nos había hecho experimentar, tratando de imaginar el momento de usarlo debidamente, y dejando para nuestra privacidad la opinión final, ya que es un tema demasiado subjetivo para redactar una sola respuesta, pero todos y todas coincidimos en que, cómo mínimo, hay que probarlo.