Cómo hacer correctamente la defoliación de la marihuana

La defoliación de la marihuana es una técnica de cultivo algo polémica (que no está exenta de riesgos) y que consiste en eliminar selectivamente hojas de la planta de cannabis, para mejorar la distribución de luz, aireación y energía.

No se trata de cortar hojas indiscriminadamente, sino de eliminar las hojas que bloquean la entrada de luz a los cogollos o de aquellas que consumen energía de la planta sin contribuir significativamente a la producción.

Cuando se aplica correctamente, favorece el crecimiento y la producción, además de servir de ayuda para combatir plagas y enfermedades. ¡Afila las tijeras y sigue leyendo!

¿Qué es la defoliación de la marihuana?

La defoliación en la marihuana, al aplicarse con conocimiento y en el momento preciso, se convierte en una herramienta muy útil y de fácil aplicación. No se necesitan muchos utensilios, a excepción de unas tijeras, y tampoco te llevará demasiado tiempo para llevarla a cabo.

El motivo por el que la defoliación es tan importante en el cultivo de cannabis es por los beneficios que aporta. Veamos cuáles son.

Beneficios de la defoliación en el cultivo de cannabis

Aunque a simple vista cortar hojas puede parecer contraproducente, si se aplica en el momento óptimo y en su justa medida, la técnica de la defoliación puede traer consigo múltiples beneficios.

No todas las hojas son susceptibles de poda, de hecho lo más normal es limpiar a la planta de las hojas que están en la parte baja, donde apenas reciben luz, aunque otras veces se eliminan hojas superiores, que tapan a los cogollos.

Es una técnica que tiene sus detractores y, como decíamos, puede ser arriesgado si se hace sin control.

Mejora de la circulación de aire y prevención de moho

A medida que las plantas crecen, desarrollan una gran masa vegetal de ramas y hojas que sirven para captar energía mediante la fotosíntesis. Hay variedades que además son especialmente frondosas (las variedades índicas) y esto puede suponer un problema en el espacio de cultivo.

Cuando esto ocurre, el aire circula pobremente y se produce un estancamiento del mismo, provocando una acumulación de humedad en las hojas y en los cogollos. Esto incide directamente en la transpiración de la planta y en el cierre y apertura de sus estomas. Además, las plantas son susceptibles de ataques por hongos oportunistas como el oídio, el mildiu o la botrytis.

Otro de los problemas asociados a la falta de circulación por un follaje excesivo es la facilidad con que se instalan las plagas de insectos como los trips, la mosca blanca o la temida araña roja, haciendo muy difícil su erradicación.

Incluso a la hora de aplicar preventivos o insecticidas puede suponer una mayor dificultad para llegar a penetrar en toda la planta. Por no hablar de la comodidad que aporta a la hora de hacer los riegos, permitiendo un mejor acceso y una mejor dispersión de la solución nutriente en el sustrato.

Aumento de la penetración de la luz

Las hojas más grandes, que actúan como paneles para recibir y transformar la luz en energía mediante la fotosíntesis, a veces bloquean el paso de luz a zonas inferiores de las plantas donde podrían desarrollarse cogollos de calibre medio/alto. Si eliminas algunas de ellas, estarías ayudando a que esta luz penetre, activando más zonas florales y evitando con ello que se formen cogollos de poca calidad y calibre en las zonas más bajas.

Si además has realizado técnicas como el Main-lining, o una simple poda apical, resulta de gran ayuda para que la luz incida por igual en las partes más importantes y susceptibles de formar cogollos de buen calibre.

Optimización de la energía de la planta

Los cultivadores de marihuana buscan plantas que produzcan flores densas y resinadas. Si logramos que, mediante la defoliación selectiva de algunas hojas, la planta ahorre los nutrientes y la energía que gasta en mantener esas hojas, la empleará en la formación de cogollos de mayor calibre.

Por eso hay que seleccionar solamente las hojas que no reciban suficiente luz o aquellas que estén en peor estado o sean más viejas. El resto debe seguir cumpliendo la función principal para la que están destinadas.

¿Cuándo se debe realizar la defoliación en plantas de marihuana?

Ya hemos visto para qué sirve ladefoliación de la marihuana, ahora nos centraremos en dar respuesta al cuándo se debe hacer y por qué.

Ten en cuenta que esta técnica solo se aplica a plantas de interior. Las plantas de marihuana en exterior están más expuestas a las inclemencias del tiempo y las plagas, por lo que no se recomienda usar esta técnica. Además, el Sol tiene un movimiento que hace penetrar la luz a casi todas las partes de la planta.

Lo ideal sería aplicar una poda en vegetativo y otra al inicio de la floración, pero si somos cuidadosos (o arriesgados), se pueden hacer algunas más.

Fase vegetativa

En vegetativo, lo ideal es hacer una defoliación de la marihuana suave. En este estado, las plantas desarrollan su sistema radicular junto a la estructura de ramas y hojas. Durante los primeros días de vida, la planta tiene muy poco follaje y las hojas van surgiendo según la planta crece y se hace adulta.

Con el fin de estimular un crecimiento arbustivo y equilibrado, es conveniente realizar algunas podas de hojas alrededor de la semana 3 o 4 de vida. Prueba a eliminar hojas que están en los puntos de ramificación y están dirigidas al interior de la planta, y combínalo con técnicas como el Lollipopping (limpieza de ramas y hojas de la parte más baja de la planta), LST o Topping para maximizar el área que reciba luz y así abarque más espacio.

Un consejo muy útil: en esta etapa no elimines más del 15 % del follaje. De lo contrario se retrasaría el crecimiento de la planta. La idea es mejorar y moldear su estructura y preparar a la planta para que la floración sea más eficiente. No queremos causarle demasiado estrés ni gasto de energía al curar sus heridas.

Fase de floración

Lo ideal es realizar al menos una poda en la fase de floración, cuando aparecen los primeros cogollos.

Algunos cultivadores aplican la conocida como técnica Schwazzing. Según el escritor y cultivador Joshua Haup, de quien se conoce este término, cuando una planta de cannabis sufre estrés tras verse despoblada de gran parte de su follaje, esta produce más cantidad de cogollos y de mayor volumen.

Este método avanzado aplica dos podas severas, desprendiéndose de una gran cantidad de hojas de abanico.

Una sería en la primera semana, tras el paso a floración. En este momento conviene realizar una primera limpieza de hojas antes de la formación de cogollos. Puedes eliminar aquellas hojas que estén a ras del suelo o estén demasiado sombreadas, incluso podrías podar las ramas inferiores más débiles y que menos luz reciban, que es a lo que comúnmente se le llama Lollipopping o “limpieza/poda de bajos”.

Una vez está en marcha la floración, y la formación de pistilos es notable, es el momento de realizar otra limpieza de las hojas que no reciban luz de la parte baja o estén tapando colas principales. Enfócate en hojas interiores que provocan exceso de follaje y la consiguiente acumulación de humedad. Aprovecha también y retira las hojas dañadas o amarillas.

Ya depende de ti si quieres aplicar esta técnica tan agresiva o ser más benevolente con la planta y hacer una poda más ligera. Nosotros te recomendamos no excederte e ir haciendo pruebas con algunas plantas, para luego evaluar los pros y las contras.

Por último, puedes realizar una última defoliación previa a la cosecha, para reducir un poco la transpiración y la humedad. Retira las hojas secas o amarillentas y deja el resto, ya que ayudarán a engordar los cogollos con los nutrientes que acumulan.

Una defoliación bien ejecutada genera un pequeño estrés que también estimularía la producción de resina en los cogollos.

Como regla general, no elimines más del 20/30% de hojas en una sesión, si no quieres llevar a la planta a un estrés fuerte, pudiendo provocar hermafroditismo, un retraso en el crecimiento o incluso una pérdida de producción.

Herramientas y materiales necesarios para una defoliación exitosa

Las herramientas que se necesitan para realizar la defoliación son básicas: tijeras (de poda), unos guantes y un poco de alcohol para desinfectar las herramientas. Una vez que termines la sesión, limpia bien los utensilios y la zona de trabajo.

Con el fin de curar las heridas que provoques en las ramas, puedes hacer uso de pastas cicatrizantes para acelerar el proceso de cura y prevenir la entrada de hongos patógenos.

Si además vas a realizar algo de LST (Low Stress Training) o Main-lining, necesitarás unas cuerdas o alambres para atar las ramas.

Paso a paso para realizar la defoliación de cannabis

Recapitulemos aquí todo el proceso para realizar correctamente la defoliación de la marihuana.

Inspección inicial de la planta

Inspecciona a las plantas candidatas y busca las partes de la planta que tengan un exceso de follaje.

Recuerda que, si la planta no está sana o con algún desajuste en la alimentación, el resultado puede ser nefasto. Vigila que tenga tallos fuertes, un color verde brillante y un buen sistema radicular. Si la planta está desnutrida o tiene alguna enfermedad, lo más probable es que no se recupere de las podas.

Mantén a la planta hidratada antes de realizar las podas.

Eliminación de las hojas más grandes y viejas

Una vez que has seleccionado las plantas que vas a defoliar, empieza por las hojas más grandes de abanico y que no dejan pasar la luz. Estas suelen ser las hojas más viejas y que brotan del tronco principal. Elimina también aquellas hojas secas o amarillentas, o con picaduras de insectos.

Lo más sencillo y seguro es despojar a las plantas de sus hojas inferiores, así que tal vez te conviene empezar a coger confianza con esta parte de la planta y luego avanzar con el resto.

Limpieza y cuidado posterior

Una vez has terminado de hacer la defoliación de la marihuana, limpia el espacio, desinfecta las herramientas y, si lo ves conveniente, puedes aplicar pasta cicatrizante en heridas grandes. Esto ayudará a su recuperación.

Por último, ten en cuenta que la planta debe estar fertilizada correctamente para poder superar el estrés al que se ha visto sometida y por la energía que va a consumir en los nuevos brotes. No escatimes en abonos y vitaminas tras una defoliación.

Errores comunes al realizar la defoliación de marihuana

Uno de los errores es hacer una defoliación muy severa en una planta que no está bien desarrollada. Siempre es mejor quedarse corto que pasarse.

Otros errores están dados por una incorrecta limpieza de los instrumentos y las enfermedades que pueden transmitir a otras plantas, o por aplicar la técnica en un momento que no es el ideal.

Defoliación de marihuana: ¿Cuánto es demasiado?

Ten en cuenta que la defoliación de la marihuana es una técnica muy invasiva. Si la planta pierde todo el follaje, podría no ser capaz de recuperarse. Ve poco a poco y no cortes más del 30% de hojas de una sola tacada. Si ves que a la planta le cuesta recuperarse de su primera poda, lo mejor es que no hagas más o lo hagas en menor medida.

Por último, recuerda que las variedades que mejor responden a la defoliación son las índicas. Estas tienen un mayor follaje respecto a las sativas. Por lo tanto, en variedades sativas no conviene aplicarlo.

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